¿QUE ES?
La psoriasis es una enfermedad autoinmune y crónica, caracterizada por la inflamación de la piel en forma de escamas y pápulas que afectan a diversas zonas del cuerpo como codos, cuero cabelludo, manos, rodillas, pies y tronco. Mayoritariamente, producen enrojecimiento, hinchazón, dolor y/o picor, se conocen diversos tipos y formas clínicas clasificadas según su gravedad.
Su incidencia ha aumentado en los últimos años, en España se cifra en un 2,3% de la población, la edad de aparición varia y se puede dar en cualquier etapa de la vida, siendo más habitual su aparición entre los 16 y 35 años y en torno a los 60 años. Es una enfermedad que parece estar relacionada con ciertos genes y que por lo tanto puede ser hereditaria, es decir, se hereda una predisposición a padecerla. También hay factores que influyen en el desarrollo y el empeoramiento de la psoriasis como:
En las formas más graves de esta enfermedad, puede haber una disminución de los niveles de vitamina D y ser necesaria la suplementación.
Además, las personas con psoriasis tienen más prevalencia de obesidad, diabetes, hipertensión e hipercolesterolemia, por lo tanto, una buena alimentación e intervención dietética ayudará a reducir el riesgo cardiovascular. También tienen más prevalencia de otras enfermedades autoinmunes como la celiaquía, es decir, sensibilidad al gluten de la dieta, a pesar de ello se necesitan más investigaciones para saber si una dieta libre en gluten puede ser beneficiosa. Así pues, no está justificada la eliminación del gluten de la dieta a no ser que la persona sea diagnosticada como celíaca.
Un estilo de vida saludable, que evite hábitos tóxicos como el tabaco y el consumo de alcohol, también será positivo para la psoriasis ya que concretamente, el alcohol estimula la liberación de histamina y esto favorece la inflamación y empeora las lesiones de la piel. Además, el consumo de alcohol se relaciona con alta ingesta de grasas saturadas y baja ingesta de frutas y verduras.
La práctica de ejercicio físico regular también es muy recomendable; andar, correr, ir en bicicleta, nadar (evitar las piscinas con cloro) y actividades de relajación como el yoga o la realización de estiramientos aumentan la sensación de bienestar y resultan beneficiosas para las personas que padecen psoriasis.
En conclusión, la dieta mediterránea basada en: aceite de oliva virgen, cereales integrales, legumbres, pescado, frutos secos, fruta, verdura y el equilibrio entre la ingesta de ácidos grasos omega 3 y los ácidos grasos omega 6 puede mejorar los marcadores de inflamación vascular y permitir también que la piel esté en un mejor estado, dentro de las posibilidades individuales y según la forma de psoriasis que padezca cada persona.